Elogio de la distracción (2018) hace referencia a un fragmento del libro "Virtuosismo y revolución: la acción política en la era del desencanto" de Paolo Virno (2003).
Virno hace en esta parte del libro una contraposición entre las ideas de Heidegger y Walter Benjamin, entre otras cosas, sobre el fenómeno de la curiosidad que envuelve a la sociedad en la era de los mass media. Virno desarrolla el hecho de que Benjamin aborda este ansia de conocer como algo positivo, mientras que Heidegger lo describe como una curiosidad banal y distraída, que no conviene al aprendizaje intelectual. En la sociedad de masas está implícito y en continua demanda la abolición de las distancias, el acercamiento de lo exótico y lo extraño y el conocimiento de la totalidad, lo cual Benjamin considera enriquecimiento humano para las masas, mientras que Heidegger afirma como una pérdida confusa de perspectiva: el espectador en Heidegger, aunque sediento de curiosidad, se encuentra permanentemente distraído por los incesantes estímulos de nueva información en su vida cotidiana.
Esta relación de ideas en Virno, a pesar de tener una fecha de publicación de hace más de una década, ha potenciado su significado hoy en día con la proliferación de redes sociales, además del exagerado uso diario de información junto con el gran tráfico de datos a través de internet.
La ansiedad en bucle por conocer e investigar en el día a día, la eterna "búsqueda", frenética y distraída, conforma la idea básica para el desarrollo de esta exposición colectiva site-specific, que expone y reflexiona conceptualmente diferentes modos de reproducción de las imágenes e información capturada en su uso dentro de la sociedad actual.
Elogio de la distracción se celebró dentro de la programación del Melona Fest IV en Casa do Matadoiro (Santiago de Compostela) con la participación de Lemos + Lehmann, Miguel Rózpide, Sara Âlver y Yatir Fernández.