Wet Dreams (2018) es un acto colectivo site-specific en el que 16 artistas y 8 músicos tomarán un gimnasio adaptando sus piezas al entorno, entre humedad y sudor, durante 4 horas.
Este proyecto pretende proponer el uso de nuevos espacios ajenos al circuito artístico para exposiciones, abriendo una brecha en la pared blanca del museo, reivindicando que el arte es arte independientemente del lugar en el que se encuentre, mediante de la apropiación de un gimnasio.